Activos intangibles: elementos de valor empresarial.

31/05/2013 Tasación

En las grandes travesías que realizaban los antiguos romanos ya se podían encontrar símbolos impresos en las ánforas –estampillas o marcas de fábrica– que identificaban a su productor. Este tipo de marcaje podría parecernos algo rudimentario, pero lo cierto es que dichos sellos han evolucionado a lo largo de decenas de siglos y ahora, en un arrebato de modernidad, hemos pasado a llamarlos isotipos que, no infrecuentemente, son denominados erróneamente logotipos, término que debería ser aplicado al distintivo formado por letras y abreviaturas peculiares de una empresa, marca o producto.

Aunque la denominación de los signos haya cambiado, la funcionalidad sigue siendo muy similar. Por eso mismo, es paradójica la ilusoria sensación de innovación que nos inspiran las representaciones gráficas de las grandes marcas del mercado. Un método tradicional pero no por ello menos eficaz: todos seríamos capaces de relacionar al instante la silueta de una manzana mordida con la multinacional Apple o una eme amarilla de puntas redondeadas con la franquicia hostelera McDonald’s. Dichos símbolos forman parte de la marca de las compañías. No se trata de productos que la empresa pueda vender y obtener beneficios con su comercio; no obstante, sí son capaces de aportar grandes beneficios. A este tipo de bienes capaces de generar ganancias de una manera indirecta se les denomina activos intangibles.

Valoración de activos intangibles

Los logotipos, las marcas, las patentes o los derechos de autor son solo algunos ejemplos de intangibles que habitualmente valora Taxo Valoración. En estos activos queda impresa de forma inevitable la esencia que caracteriza a cada empresa, la imagen corporativa que el público percibe de ella. Esta idea abstracta de la compañía que los clientes crean en su mente puede llegar a ser tan importante como la calidad de sus productos o el trato en el servicio.

La fidelización de clientes

Es por ello que muchas compañías que ya han alcanzado fama y notoriedad continúan anunciando sus productos. El objetivo de estas campañas no va orientado a aumentar las ventas sino a otro fin bien distinto: recordar la asociación de la marca de sus productos con determinados valores importantes para la sociedad como son la felicidad, la sofisticación, la amistad u otros. Aunque la alianza emocional de esos valores con la marca pueda parecernos insustancial, realmente es de vital importancia para la empresa. Estamos hablando de la fidelización. La fidelización es el fenómeno por el cual un cliente desarrolla una especie de lealtad a la marca y se convierte en un usuario frecuente que probablemente recomendará el producto a otros consumidores debido a un fuerte sentimiento de pertenencia que ha madurado a lo largo de su experiencia como cliente. La capacidad de fidelización de una empresa también podría considerarse un importante activo intangible que contribuye al aumento de ventas.

El fondo de comercio

Además de los mencionados, existen otros activos intangibles que no suelen considerarse a menos que se hable de operaciones de inversión o compraventa de la empresa. Se trata de la capacidad de atraer clientes, la capacidad de innovación, el saber hacer (o know how), etc. Durante estas transacciones es habitual que se pague un precio sobre el valor real de los activos tangibles e intangibles. Este excedente constituye lo que se suele denominar fondo de comercio.

Por mencionar un ejemplo, según los análisis realizados por Taxo Valoración durante el ejercicio 2009, las empresas españolas pertenecientes al sector de servicios técnicos de arquitectura e ingeniería y otras actividades relacionadas con el asesoramiento técnico (compañías pertenecientes al código CNAE 711) fueron capaces de generar un fondo de comercio medio comprendido entre el 24 y el 54% sobre el valor de sus activos. Asimismo, durante el ejercicio 2010, el mismo sector experimentó una disminución de su fondo de comercio alcanzando un valor de entre un 3 y un 35% sobre sus activos netos. Esto supuso un descenso aproximado de un 20% del valor medio de su fondo de comercio.

Valoración de activos intangibles

Estas son solo algunas de las razones por las que jamás se debe menospreciar el valor implícito de los intangibles, ya que de forma indirecta son capaces de potenciar los ingresos de una empresa. En el momento actual, estos elementos capaces de diferenciar nuestra compañía de la de los competidores se convierten en un bien imprescindible por el que merece la pena realizar importantes inversiones.

Por qué conocer el valor de los intangibles

Conocer el valor de los activos intangibles que se poseen es una opción inteligente a la hora de controlar y monitorizar los beneficios de una empresa. Solo así se comprenderá el valor total de una empresa con todos sus activos en juego. No obstante, valorar este tipo de bienes es un trabajo que solo debe realizarse por un equipo de profesionales altamente cualificados. El Área de Intangibles de Taxo Valoración destaca por su amplia experiencia en este sector. Nuestra destreza en este campo, nos ha convertido asimismo en una valiosa herramienta como asesoramiento y garantía en la salida de empresas a los mercados secundarios europeos.

Únicamente, al barajar todos los datos de valor de los activos de una empresa será posible una contabilidad exhaustiva de todos sus bienes para que, igual que ocurría con los mercaderes romanos, se tenga en cuenta cada ánfora perteneciente a la empresa y no se extravíe ningún activo a lo largo de la travesía por los impredecibles mares del mercado.