2016, ¿el año de la explosión definitiva de las Start Ups?

03/01/2016 Tasación

En los últimos años, el mercado de start up o empresas de nueva creación ha experimentado un crecimiento que, además de demostrarse constante, da cada día muestras claras de solidez tanto a nivel nacional como mundial. Este hecho ha motivado que en los últimos meses la actualidad informativa haya venido salpicada por numerosas noticias que muestran cifras verdaderamente ilusionantes para los que trabajamos en ámbitos relacionados con las start up. Y es que 2015 se ha cerrado como el mejor año de la historia en lo que a inversión total a start up se refiere, superando el medio billón de dólares.

De todos modos, no debemos echarlas campanas al vuelo todavía. 2015 ha sido un buen año para las start up, pero no todo son buenas noticias. Así, es cierto que la inversión ha crecido, pero el volumen de operaciones ha aumentado tan sólo un 1,5%. En consecuencia, podríamos hablar de un mercado que, pese a estar en proceso de maduración, todavía no ha logrado explotar definitivamente. La cuestión es, ¿logrará hacerlo en 2016?

De momento, lo que sí podemos aventurar es que, de conseguirlo, todo apunta a que lo hará en dos sectores bien definidos: FinTech (empresas financieras de base tecnológica) y el Internet de las cosas. En este sentido, merece la pena subrayar que la inversión mundial en empresas FinTech alcanzó en 2015 los 12.000 millones de dólares, triplicando las cifras del año anterior. Por su parte, el Internet de las cosas, pese a que todavía no ha explotado como se esperaba, es innegable que atesora un potencial de incalculable valor y podría hacerlo en cualquier momento.

Cabría preguntarse de qué manera repercuten estas perspectivas tan ilusionantes en el ámbito de la valoración de startups. No obstante, determinar el valor de este tipo de empresas no resulta una tarea sencilla, dado que la valoración de empresas de nueva creación es especialmente compleja debido a sus características específicas: ausencia de datos contables históricos, alta tasa de fracaso, inexistencia de ingresos de explotación o pérdidas… Además, estamos ante un fenómeno todavía joven, por lo que es pronto para aventurarse a realizar algún tipo de vaticinio.

valoración de startups

En todo caso, lo que no despierta ningún género de dudas es el enorme abanico de elementos que ha surgido alrededor de las start up: gurús económicos, asesores financieros, viveros de empresas… En este sentido, términos como modelo de negocio, ronda de financiación o Fondo de Venture Capital se están abriendo paso en el imaginario colectivo, contribuyendo a la creación de una nueva cultura económica posterior a la crisis y totalmente diferente a la que existía antes. Para alcanzar el éxito en este nuevo escenario, será clave la capacidad para aprovechar las oportunidades abiertas por la nueva situación, lo cual dependerá enormemente de dos factores: el impulso a la innovación y la capacidad de adaptación de cada compañía. Las empresas que consigan capear la crisis saliendo de ella fortalecidas y, además, logren aprovechar las ventanas de oportunidad generadas en los últimos años, sin duda lo harán en parte gracias a haber situado estos dos elementos en su lista de prioridades.

Volviendo a la pregunta: ¿cómo va a afectar esta situación cambiante a la valoración y la tasación de empresas? Sin duda alguna, las compañías dedicadas a la valoración de empresas, y en particular a la valoración de startups, han de trabajar por desempeñar un papel importante y aprovechar el crecimiento de aquellas en un contexto que puede ser francamente favorable. En ese sentido, un factor clave consistirá en seguir convenciendo a la sociedad y a nuestros clientes de lo útil que resulta un informe de valoración riguroso y las ventajas que reporta en términos tanto técnicos como jurídicos y económicos. Esta labor, en cierto modo didáctica, deberá insistir en la idea de que todo activo o bien es susceptible de ser valorado; desde uno claramente tangible como un inmueble o un yate, hasta otros intangibles, como una licencia de taxi, una patente o una start up. En resumen, los profesionales de la valoración deben imbuirse el espíritu de las start up, rompiendo barreras, convenciendo a todos los clientes potenciales de la plausibilidad de las ideas innovadoras y demostrando la conveniencia de convertirse en aliados y socios de aquéllas de cara a un crecimiento común.

Porque, ¿qué mejor manera de conocer el potencial de tu idea de negocio y de una posible start up que realizar una valoración detallada, metódica y oficial?